Por 86 votos a favor, 32 en contra (entre ellos India, Líbano, Sudán, Siria y Corea del Norte) y 65 abstenciones, el organismo adoptó este jueves una declaración en la que condena las “graves y recurrentes violaciones de los derechos humanos” en Irán.
La resolución denuncia la práctica de la tortura, “la aplicación de la pena de muerte sin las garantías internacionalmente reconocidas” y el aumento del número de ejecuciones, entre ellas las de menores.
Ahmed Shaheed, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Irán, dio cuenta en su último informe de 670 ejecuciones en 2011, la tasa más alta de aplicación de la pena de muerte en el mundo con relación al número de habitantes.
El documento afirma que los defensores de los derechos humanos en el país, entre ellos abogados y periodistas, “son tomados como blanco de manera creciente y sistemática” y denuncia la discriminación que padecen las mujeres y los miembros de las minorías étnicas y religiosas.
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